Nada más llegar y ver el monte me quede boquiabierta sobre todo cuando nos dijeron que era el mas alto. Y cuando empezamos a subir y solo se veían cuestas mas y mas cuestas llenas de piedras se me pasaron las ganas de seguir subiendo hasta que llegamos a esa zona tan bonita en la que se podía ver el mar y esa montaña separada de lo demás hay fue cuando me volvieron las ganas de andar. En el sitio donde comimos me parecía que le faltaba un poco de sombra pero como yo pille un buen sitio, no me preocupa. Cuando estuvimos en el albergue me pareció precioso muy cálido y acogedor y el agua nos sentó muy bien a todos.
En mi opinión la excursión a sido distraída y divertida aunque no tanto como la de picos de Europa pero estaba bien, con todos esos arboles. Lo único que no me ha gustado a sido que estuve todo el día con la alergia pero bueno.
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